
Los resultados se basan en estudios realizados en salas de cine comparando los efectos de comer palomitas durante los anuncios y los efectos de no masticar ningún alimento. Según concluyen los autores del trabajo en Journal of Consumer Psycology, durante los experimentos la publicidad no surtió ningún efecto en aquellos que masticaban a la vez que los anuncios se proyectaban en la gran pantalla.
0 comentarios:
Publicar un comentario