Por: Patricia Mérida.
El TCP regula la congestión de datos en la red,
transfiriendo el archivo, dividido en una serie de paquetes, de una fuente a un
destinatario. La fuente está continuamente informada para saber si el archivo
llegó a su destino.
Las hormigas (Pogonomymex barbatus), observadas en Arizona,
hacen lo mismo. El ritmo en que las hormigas recolectoras salen de la colonia
es proporcional a la cantidad de alimento que encuentran: si hay suficientes
semillas, regresan más rápido y más hormigas salen a recolectar.
Si tardan en volver, la salida de las hormigas se hace más
lenta, debido a que las recolectoras comunican la situación, de alguna manera,
al emitir ondas con sus antenas.
En el estudio, los científicos no especifican por qué las
hormigas no mandan más de su especie cuando existe menos comida. Una posible
explicación es que la colonia confía en los datos de retroalimentación que las
hormigas recolectoras envían, y el envió de más hormigas fuera de la colonia
sería una pérdida de tiempo y energía.
Prabhaker, para probar la teoría, escribió un algoritmo para
predecir el envío de las hormigas recolectoras según la cantidad de comida
disponible. Resulta que el algoritmo-hormiga es casi idéntico al de TCP.
Incluso las hormigas imitan otros procesos del TCP, como el
"comienzo lento", cuando la fuente envía una oleada de datos al
empezar la transmisión para medir el ancho de banda disponible.
Parece ser que las hormigas, por sí solas, son organismos
simples, pero colectivamente pueden lograr tareas con la complejidad del
sistema informático de los humanos.
Fuente:
muy interesante
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